El mes de septiembre ha sido verdaderamente emocionante ya que hemos ido como participantes a otra concentración de Ferraris pero esta vez ha sido organizada por nuestros amigos portugueses.
La emoción recorría mi cuerpo desde una semana antes de la fecha de la concentración ya que era cerca de Viseu y para ir debía hacerle al coche unos 600Km., era el viaje más largo que realizaba con él y todo un reto para mi confianza en su fiabilidad.
Una vez allí y sin ninguna anomalía en las máquinas la emoción se volvió a disparar porque lo que tienen montado los portugueses alrededor de la “Rampa do Caramulo” es algo verdaderamente digno de ver. Fue un fin de semana lleno de eventos relacionados con el motor, concentraciones de Harley, de Porsches, de Ferraris, de camiones, había competiciones de varias modalidades como Campeonato de Portugal de Montaña, lo mismo pero de clásicos, allí está también el famoso Museo do Caramulo, acudieron varios campeones portugueses de varias especialidades y otras personalidades, incluso hubo acrobacias aéreas con biplanos.
En septiembre todo este espectáculo se engloba en el “Motor Festival do Caramulo”, como ejemplo se pudo ver un F430 en la subida de velocidad, un 195 Inter (el primer Ferrari de Portugal) en la subida de clásicos, dentro del museo se encontraba el primer coche que circuló en Portugal, un Peugeot, y un imponente F40. Por todas las esquinas de ese pequeño pueblo del corazón de Portugal se podía oler la gasolina.
En la Concentración de Ferraris se vieron varios F355, Testarossas, varios 360 Módena, dos 550 Maranello, un 456 GT, dos 599 Fiorano, uno de ellos el GTO, varios F430, un Scuderia y un 16M, un 458 Italia, varios 348, 328, 308, la organización logró juntar 32 vehículos donde los gallegos colaboramos con 3 Ferraris. Como colofón la organización nos dejo realizar la subida a modo de paseo después de las competiciones. Desde aquí deseo dar mi más sinceras felicitaciones a la organización de la Concentración Ferrari por el inolvidable evento que han organizado.
Finalizado el evento iniciamos el regreso llegando sin ninguna anomalía, ya cuando aparqué el coche en el garaje pude notar como el alma de mi F355 racecar me susurraba “gracias, muchas gracias por volverme a la vida”.
En fin, fue todo genial y un gran descubrimiento para mí, espero estar en disposición de acudir a la siguiente edición el septiembre del año que viene. Ahí van fotos que comparto con vosotros.
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