miércoles, 13 de mayo de 2009

PREVENIR EL CÁNCER

Semanas atrás os dije que era muy conveniente repasar con los productos
adecuados los pasos de rueda y los bajos del coche para que no se lo coma
el óxido. Hoy ilustro con fotos como es dicho proceso, es el típico trabajo
que si se realiza bien pasa desapercibido porque nunca se verá, pero si se
hace mal el óxido brotará. Además es un trabajo lento porque entre capa y
capa se debe esperar el secado de cada producto.

La chapa base del coche es acero Zincrox (cincado electrolítico aplicado
sobre un lado de la chapa por capas múltiples de cromo y óxido de cromo).
Cuando se procede a la reparación de la zona dañada, enderezando las chapas
y realizando soldaduras, el recubrimiento de zincrox desaparece. Así la
recuperación se inicia descascarillando la zona mediante lija hasta llegar
al acero, luego se le aplica un protector del óxido que químicamente lo que
hace es provocar la reducción de éste (tonos azulados de las fotos),
posteriormente se pinta con una imprimación anticorrosiva (color naranja en
las fotos), a continuación para que el agua no se deposite en los
intersticios de las chapas y para que no se filtre a zonas interiores se
aplica una masilla de estanqueidad pintable (color gris claro). Finalmente
se pinta el color de acabado, en mi caso negro mate.

A modo de curiosidad os diré que la pintura anticorrosiva de siempre
(tetraóxido de plomo), el comúnmente llamado minio, proviene del nombre
latino “minium” indicando que proviene del río de los gallegos, el río
Miño.